Además de llevar algo para merendar, los abuelos debían preparar algo: un cuento, una canción, un juego... Mi madre pensó en adivinanzas.
Las adivinanzas son rimas cortas que entrañan un misterio, juegos de niños. Seguro que todos recordamos alguna de nuestra infancia y seguramente enseñada por alguno de nuestros abuelos.
Oro no es, plata no es;
abre las cortinas
y verás lo que es.
(el plátano)
P. D. Gracias a todos esos abuelos y abuelas que nos ayudan en nuestro día a día. Gracias por dejar que nuestros hijos aprendan de vosotros.
1 comentario:
Me parece estupendo darle las gracias a los abuelos, y se que muchos de ellos disfrutan más de lo que creemos teniendo a sus nietos cerca. Maria
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